martes, 10 de septiembre de 2013

Tokina 28-70mm f2.8 AT-X

Para dar inicio a una nueva serie de artículos técnicos y de pruebas de material, recuperamos un escrito antiguo sobre esta destacable óptica de Tokina. Es un artículo publicado anteriormente en el blog "Detrás del prisma" en Agosto de 2011)



Versión con montura Nikon (Imagen de www.kenrockwell.com)

Un clásico a tener en cuenta



Pentax K5 Tokina 28-70mm f2.8 AT-X  70mm 1/500 f2.8 ISO 80

Desde hace bastante, el 28-70mm f2.8 se ha convertido en el caballo de batalla de muchos fotógrafos, tanto profesionales como aficionados. Son ópticas que combinan una buena calidad óptica, gran luminosidad -refiriéndonos a zums- y un rango focal que cubre gran parte de las necesidades básicas que cualquiera puede tener. Hoy en día muchas marcas han sustituido estos zums por versiones más modernas, que ganan unos milímetros más en angular, lo que las hace más deseables. Asimismo hay ópticas específicas para el formato APS-C, así que no es raro encontrar objetivos de este tipo en mercados de segunda mano, a precios más asequibles que los modernos especialmente si nos decantamos por una marca genérica, como pueden ser Sigma, Tamron, o en este caso, Tokina.
 El Tokina 28-70mm es una óptica con una historia interesante, y multitud de reencarnaciones a lo largo del tiempo, desde el 28-70mm f2.6-2.8 original, hasta el 28-80mm f2.8 actual (Incluso no he conseguido encontrar un consenso sobre la cronología de los diferentes modelos). Si no me equivoco, el mío es la segunda versión de la óptica, la primera con luminosidad constante en todo el rango focal y también basada en el diseño original de Angenieux (No siendo una marca muy conocida dentro del mundo fotográfico, si es una empresa de gran tradición óptica, y en la actualidad, entre otros fabrican objetivos para cámaras de cine, como los reputados zums Optimo). 



Pentax K5 Tokina 28-70mm f2.8 AT-X  45mm 1/1000 f2.8 ISO 80


En la mano

Lo primero que sorprende, cuando uno no está acostumbrado a este tipo de ópticas es el tamaño, y el peso. Y es que ese es precisamente es gran inconveniente de los objetivos de este tipo, especialmente viniendo de un kit de ópticas fijas. Los algo más de 600 gramos que pesa acaban pasando factura a la muñeca. Es muy recomendable su uso en una cámara con empuñadura vertical, lo que mejora sustancialmente el agarre y rebaja la fatiga de la mano. Por lo demás es una óptica bien construida, impresión a la que ayuda su respetable peso, y con un anillo de enfoque con un tacto bastante decente, cosa rara en un óptica autofoco, aunque lamentablemente es recorrido del mismo es bastante escaso (No llega a 45º), como contrapartida el enfoque automático es muy rápido. 




Pentax K5 Tokina 28-70mm f2.8 AT-X  48mm 1//90 f2.8 ISO 400


Rendimiento

Como siempre trataré esto desde una perspectiva más práctica que "de laboratorio". En general es una óptica que me ha convencido...con matices. Digo esto porque no es el objetivo más nítido, ni el de mejores características a nivel de rendimiento, pero sí que me han gustado los resultados que obtengo de ella, que al final es lo que importa.
 Padece de la típica distorsión de barrilete en angular, que en película podría ser un problema, pero hoy en día es facilmente corregible, lo mismo que la aberraciones cromáticas que suele padecer.
 La nitidez sigue el patrón habitual, buena en el centro en todas las focales, resintiéndose en los bordes (Y eso que hablamos de un sensor de tamaño APS-C), el extremo angular es más nítido que el tele, lo cual no deja de ser interesante, porque es más habitual exigir mayores calidades en fotografía de tipo paisaje, que retrato.. Y mencionando los retratos, en mi opinión son la aplicación idónea para este zum. A máxima apertura tiene un contraste bastante bajo y un efecto de desenfoque (Tokina glow, como lo definen algunos), muy apropiado para este tipo de fotografía. Este efecto se potencia en las focales largas, y le da a las imágenes un toque clásico muy interesante.


Pentax K5 Tokina 28-70mm f2.8 AT-X  70mm 1/90 f2.8 ISO 800
La manera de inundar las altas luces la escena es muy clásica.



Pentax K5 Tokina 28-70mm f2.8 AT-X  70mm 1/250 f2.8 ISO 80


A pesar de este efecto, el objetivo tiene una buena resolución, y es capaz de reproducir bastante detalle incluso a plena apertura.
 Cerrando entre medio y un punto, el carácter cambia totalmente, aumenta el contraste y desaparece en efecto de enfoque suave, obteniendo imágenes mucho más interesantes desde el punto de vista meramente técnico


Pentax K5 Tokina 28-70mm f2.8 AT-X  28mm 1/60 f8 ISO 80


A f5.6 y f8 es muy utilizable, y apto para casi todas las aplicaciones, dando buenos resultados a los tamaño típicos de impresión.
 Como es de esperar en un zum de diseño óptico complejo, la resistencia al flare no es tan buena como en un fijo, y mas aún si lo comparamos con una óptica Pentax, y su legendario SMC. De todas maneras ninguna de las fotografías han sido tomadas con parasol, a falta de uno adecuado, siendo este un factor que marca grandes diferencias


Pentax K5 Tokina 28-70mm f2.8 AT-X  43mm 1/250 f8 ISO 80



Pentax K5 Tokina 28-70mm f2.8 AT-X  55mm 1/250 f4.5 ISO 80


El bokeh es muy suave y cremoso, disparando a corta distancia del sujeto, más nervioso a distancias medias.

Para terminar

Desde luego no es un objetivo que pueda hacer sombra  a un buen juego de fijos, pero no creo que a nadie le pueda sorprender eso, los años pesan y precisamente son los zums los que más se han beneficiado de los avances ópticos de los últimos tiempos. Aún así es un complemente interesante a estos, especialmente para situaciones de fotografía más rápida, dónde no es posible cambiar de objetivo, o cuando no se pueden llevar dos cuerpos, cada uno con una focal diferente. Precisamente esto fue la razón de comprar algo de este estilo, y en ese sentido cumple bien, a pesar de sus defectos, que como todo, los tiene.
 Si hubiese que recomendar una aplicación idónea para este objetivo, yo me decantaría por retrato, aquí rinde muy bien, especialmente para mujeres, niños, y en general sujetos que puedan verse beneficiados de la imagen blanda con aperturas grandes. Mucha gente piensa que estas no son focales muy útiles para una cámara de formato APS-C como la K5 y se decantan por un objetivo diseñado para este formato del tipo 17-50mm, aunque yo me atrevo a discrepar. En mi opinión una óptica de este estilo resulta mucho más interesante en una cámara de sensor recortado, que en otra de 35mm. Los 70mm en APS-C permiten un buen primer plano del rostro, mientras que los 28mm se quedan en un normal amplio, útil para reportaje o fotografía general.

 Algunas muestras a mayores:




 Pentax K5 Tokina 28-70mm f2.8 AT-X  70mm 1/500 f2.8 ISO 80




Pentax K5 Tokina 28-70mm f2.8 AT-X  70mm 1/125 f2.8 ISO 80


 Pentax K5 Tokina 28-70mm f2.8 AT-X  31mm 1/250 f8 ISO 80 




Pentax K5 Tokina 28-70mm f2.8 AT-X  70mm 1/90 f2.8 ISO 3200


 Enlaces de interés:




1 comentario:

  1. Estupendo articulo compañero, coincido contigo en que es una focal mas que interesante en aps.c

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